Hacen en el país un producto inédito y ahora levantan nueva planta

A contramano de lo que pasa con otras fábricas que eligen moverse hacia superficies más alejadas de los entornos urbanos, los socios de 2GMaq dieron un curioso paso que los obliga a redoblar el esfuerzo para producir con mayor seguridad técnica y ambiental. Es que por estas horas están en plenos trabajos para concretar la primera planta propia en El Trébol, ya que hoy están alquilando espacio en un sitio bastante retirado del área residencial. La firma tiene 10 años de historia y se fijó el objetivo de producir maquinaria pequeña y mediana para el sector de la construcción, los hidrocarburos y el agro. Se trata de un nicho que tiene pocos jugadores en el mercado y eso les permitió diseñar una herramientas inédita.

“Nosotros desarrollamos y ejecutamos un manipulador con motor eléctrico que puede llegar hasta 3 metros y que es inédito si pensamos que es de fabricación nacional”, explicó Guillermo Depetris, uno de los socios de la compañía, en contacto con Punto biz. El dispositivo opera con un propulsor basado en baterías eléctricas que es importado, aunque tiene otros componentes de origen argentino. La estrategia de 2GMaq es la de armar maquinaria que cada vez más pueda prescindir de motores a combustión. “Ya tenemos diseños que nos permiten operar con motores sin chispas, soluciones fundamentales para mercados como el del oil&gas donde hay alto riesgo de epxlosión”, indicó el industrial.

Respecto de la nueva planta, la obra está en marcha. “Estamos concretando una nave nueva para producción de equipos y ensamblado, pero además un sector de pintura que incluye un patio de lavado y el área de intervención sobre las piezas propiamente dicha. Para producción son 650 m2, pintura otros 300 m2 y luego oficinas. Nos van a quedar otros 800 m2 de terreno para futuras ampliaciones”, expuso Depetris sobre la nueva infraestructura que se inaugurará este año.

“Hoy estamos alquilando un espacio, por eso el paso de montar una planta propia es un hecho importante para la compañía. Como el predio que adquirimos está en plena área urbana el desafío es doble porque estamos erigiendo una fábrica modelo en cuanto a estándares de seguridad ambiental sobre todo en el área de pintura para el manejo de los efluentes y el control de emisiones”, sumó.

La premisa de la firma fue el diseño y ejecución de máquinas especiales que antes tenían que importarse. “Empezamos en su momento con mini excavadoras orientadas para obras en construcción , pero luego sumamos al portfolio una carretilla autopropulsada y con el paso del tiempo agregamos grúas y arañas. Ahora buscamos sumar más soluciones con motorización eléctrica para posicionarnos en el sector energético”, enumeró Depetris.

Lo cierto es que más allá del propósito de encarar desembolsos estratégicos para mejorar el esquema de producción, la compañía debe lidiar con una coyuntura adversa. Por un lado, la falta de dólares para importaciones les complicó mucho la posibilidad de mantener el flujo de ensamblado. “Respecto del año pasado, hoy nos aprueban las importaciones en forma instantánea, pero sigue habiendo demoras para acceder a los dólares. Eso es un problema porque ningún proveedor del exterior acepta que le paguemos a 150 días del embarque. Ahora ese margen de tiempo bajó a 30 días pero así y todo es complicado”, se quejó el socio.

A las dificultades para ingresar piezas, se le suma el parate en el agro y la construcción. “El campo paró las inversiones ya el año pasado producto de la sequía pero el rubro construcción se detuvo luego y hoy permanece bastante parado. Entendemos que el campo volverá a reverdecer tras esta cosecha y las obras edilicias se recuperarán antes. Pero somos optimistas para la segunda mitad del año”, cerró el industrial.