Tradicional fábrica rosarina eliminó un turno por la caída de la demanda

La apertura de las importaciones anunciada por el Gobierno de Javier Milei afecta a varios sectores de la economía argentina. Una de las más perjudicadas es la industria nacional, que por los altos costos de producción e impuestos se ve imposibilitada de competir con los productos que vienen de afuera y se ve obligada a despedir empleados. Además, producto de la recesión, cada vez vende menos. Un ejemplo son las fábricas de heladeras, lavarropas, neumáticos, plásticos. 

En diálogo con el programa radial Base de datos (lunes a viernes de 10 a 12 hs por FM Meridiano 107.1), Roberto Lenzi, titular de la firma Briket (ubicada en Ovidio Lagos 7245), brindó su perspectiva de la situación. 

- ¿Cómo observan esta definición del gobierno? ¿Afecta a insumos, partes, productos totales?

- Pusiste el dedo en la llaga. Hasta ahora lo que sabemos es que se importan los productos terminados, que es lo que compite en forma directa con todo nuestro sector. Somos alrededor de 20 fabricantes en Argentina de refrigeradores. Cuando hablamos de refrigeración, hablamos de heladeras, freezer, exhibidoras de vidrio, conservadoras, todo lo que sea para enfriar los alimentos y conservar. La baja del arancel nos afecta mucho, porque por ejemplo los chinos tienen costos mucho más eficientes que los nuestros, pero hay que ver por qué.  Si yo tengo que importar insumos que no se fabrican en el país con aranceles y con impuesto país de 17,5%, no estoy compitiendo en igualdad de condiciones con un chino, porque ellos tienen sus empresas subsidiadas. China tiene un gobierno muy agresivo con la industria para exportar. El problema es ese. Si nosotros no podemos llegar a tener insumos que sean a costo internacional, no vamos a poder competir con lo que venga de afuera en productos terminados.

- El mercado de por sí está planchado, ¿no? Ese es un segundo problema. 

- El problema del mercado viene desde diciembre del año pasado, que no teníamos materia prima para traer, para importar. Después tuvimos un revuelo de precios por el dólar, y en nuestro sector nunca hubo abuso, competimos muy duro entre nosotros. Abastecemos todas las cadenas, los hiper, los retail, y ahora el mercado lamentablemente hasta no se acomode la inflación del poder adquisitivo, se cayó un 50% del mercado de la venta. Si sobre esa caída del 50%, agregamos más insumos de afuera, no sé lo que va a quedar-

- Dijiste que acá no hubo abuso, pero todos los empresarios hacen sus cálculos. El gobierno dice "lo que pasa es que han hecho un cálculo con un dólar a 2.000, un dólar a 2.500, y a partir de ahí se fueron con los precios internos, y terminamos estando caros en dólares en la Argentina". ¿Algo de eso pasó?

- Nosotros somos intermediarios. Compramos la materia prima, la transformamos y la vendemos a la cadena de distribución. Si nos aumentó la chapa, nos aumentó el plástico, nos aumentó todo, lamentablemente tuvimos que aumentar el costo también. Pero te digo que fuimos muy cautos, y por otro lado, ahora estamos bajando, porque nos están bajando algunos insumos, muy poco, pero estamos bajando. Y por otro lado, competimos muy duro entre nosotros acá en Argentina. Acá hay empresas nacionales y multinacionales. Vos sabés muy bien que acá en Rosario tenemos una, que es de origen sueco, en San Luis hay una de origen mexicano, en Buenos Aires hay una de origen coreano, ¿por qué ellos no son competitivos como la industria que tienen en su casa matriz, en su país natural? Hay un problema de extorsión de impuestos, y el dichoso costo argentino.

- Se habla de que con la reforma laboral esto se podría llegar a acomodar. ¿Cómo ven este aspecto?

- Lo veo muy bien, y aplaudo, pero no solamente que viene muy lento, sino que son muy débiles, todavía no se han hecho cosas muy importantes. Pero la mano de obra no es la incidencia más importante dentro del costo de la fabricación. La mano de obra argentina no es mucho más cara que en cualquier parte del mundo, es costo normal, y la incidencia sobre el producto está entre un 10% y un 12%. Los problemas para fabricar son insumos que sean competitivos, impuestos y mano de obra. Si los insumos y los impuestos no son los normales de cualquier país del mundo, no vamos a tener fábricas ni de heladeras, ni de tractores, ni de cosechadoras, ni de nada. Eso va a ser un problema.

- ¿Cuáles son los insumos decisivos para ustedes?

- Los motores, que los traemos de afuera, la chapa, el plástico, el poliuretano que es la aislación de heladeras, esos son los cuatro o cinco ítems principales.

- ¿Y de eso, en cuáles están más desfasados los precios? ¿En cuáles somos poco competitivos a la hora de pagar el insumo?

- En los cuatro. Y para traer motores de afuera, como te digo, tengo que pagar impuestos país de 17,5%. Eso me distorsiona todo.

- ¿Cómo está el tema de la plantilla laboral? ¿La han tenido que ajustar a partir de esta caída de ventas? ¿Cmo la piensan de aquí en adelante?

- Ahí me tocaste lo más sensible. Lamentablemente, hemos acompañado todas las decisiones que se tomaron en distintos gobiernos, habíamos crecido, yo tuve un segundo turno, todos habíamos puesto un segundo turno, y ahora todos tuvimos que reducir un segundo turno porque no estamos con la demanda alta. Para proteger nuestra industria y pagar los salarios, hemos tenido que sacar gente, y lamentablemente la mano de obra calificada como la que necesitamos nosotros en nuestra industria no se consigue tan fácil, y está el factor humano que también es lamentable. Tuve que despedir todo un turno, y la mayoría de mis colegas también.

- ¿Con cuántas personas están trabajando actualmente?

- En mi caso particular, habíamos llegado a 600 y ahora estamos en 350, 360 personas.

- ¿Eran contratados o eran plantas permanentes?

- La mayoría contratados y también plantas permanentes. Pero te vuelvo a repetir, con mucho dolor porque la gente la preparamos, la adiestramos, cada uno que uno despide es una casa de familia, es un hogar que pierde un salario. Y por otro lado, todo eso también hace que haya una caída de la demanda.