World Eleven pide que Newells y Central le devuelvan la plata del clásico

Después del domingo violento detrás de frustrado regreso del clásico rosarino entre Newell`s y Central, la empresa organizadora del amistoso confirmó que solicitará que el dinero que había adelantado a los clubes sea devuelto ante la suspensión de los encuentros. Además expresaron que todo el desembolso en concepto del operativo de seguridad estaba pagado y buscarán que el equipo del Parque Independencia -a quien acusan de desistir de jugar el encuentro- afronte los gastos.

En la productora deportiva World Eleven empiezan a hacer los números de un evento que de haberse realizado, hubiera dejado buena ganancia tanto a los organizadores, como a los clubes participantes. “El cachet tanto para Newell´s como para Rosario Central ya estaba casi todo pago. Lo cierto es que ahora, con los partidos sin desarrollarse, pensamos que los clubes devuelvan por interés propio las sumas abonadas. De lo contrario suponemos que vamos a iniciar un pleito judicial”, adelantó a punto biz Rodrigo Bauso, representante de la compañía, en relación a las pretensiones para con las entidades después de que ya está ratificado que el encuentro “de vuelta” pautado para este fin de semana en el estadio Marcelo Bielsa tampoco se va a disputar.

Con las partidas para los dos clubes entregadas y el interés manifiesto de recuperar las sumas, en World Eleven también cuentan los que ellos llaman “plata perdida”, que tampoco decartan reclamar a los responsables de la suspensión. “No quedan dudas de que Newell`s fue quien decidió unilaterlamente no disputar el clásico y por lo tanto son quienes deberían hacerse cargo del costo del operativo de seguridad, y el pago de impuestos municipales, erogaciones que ya fueron liquidadas por nosotros. Si esto no se arregla en un escritorio, la demanda judicial es la única alternativa que yo veo”, expresó Bauso. Según el referente de la empresa privada que está desarrollando los partidos de verano, solo el despliegue policial requirió de un desembolso superior a los $200.000.

Si el ingreso de $1 M por equipo, sobre todo en momentos de vacas flacas, había sido la motivación especial para que se juegue el clásico, ahora los clubes tendrán que devolverlo. Y peor está Central que no tuvo nada que ve con la batalla en el Parque , pero que igual los organizadores le piden que les devuelan la plata.

Si la suspensión llegó solo unas horas antes del pitazo inicial del arbitro y con el Gigante de Arroyito repleto por la hinchada local, resultan también un dolor de cabeza para la productora deportiva los contratos cerrados con los sponsors. “Pensamos gestar un mecanismo similar al que pusimos en marcha para devolver las entradas que ambas parcialidades adquirieron para las dos fechas”, mencionó Bauso, al tiempo que aseguró: “el monto invertido por todos los anunciantes será devuelto”.

Uno de las marcas que se puso al hombro el acompañamiento del evento fue el Nuevo Banco de Santa Fe, que hasta desarrolló una intensa campaña gráfica y audiovisual para anunciar el sponsoreo de un espectáculo que ahora no se concretará.

“No existe seguro alguno que responda ante la deserción de uno de los clubes que deben disputar un partido”, contestó ofuscado Bauza, en relación a la eventual existencia de algún paraguas capaz de equilibrar la perdida que se adelanta abultada, al menos hasta que no se puedan delimitar las responsabilidades en tribunales.

Más pérdidas

Pero si de pérdidas se trata, éstas superan ampliamente a las de la empresa organizadora. Es que todo Rosario perdió. El propio secretario de Gobierno municipal, Fernando Asegurado, reconoció esta mañana en declaraciones a la prensa que “Rosario dio varios pasos para atrás”.

En efecto, su imagen ante el país y su capacidad para organizar eventos quedaron seriamente dañada, más cuando se quiere traer al Dakar para la largada. “Me resigno a que en la ciudad no se pueda jugar un clásico y vamos a traer a la Selección”, insistió Asegurado, en una frase más que nada voluntaristas. Habrá que ver si, tras este conflicto, Rosario puede seguir gestionando la vuelta de un partido oficial de la Selección, sobre todo cuando el último partido que jugó el equipo nacional terminó en escándalo por el robo de entradas. 

En rigor, lo ocurrido el domingo expone la falta de garantías que ofrece el gobierno provincial y la debilidad de la dirigencia de los clubes ante las barras bravas. No en vano, todo organizador de eventos musicales como deportivos deben dejar “peajes” a la barra cada vez que se hacen en Newells o Central.

Lo cierto es que el fallido clásico viene a completar una serie de dramáticos sucesos de alcance nacional que le cambiaron la cara a Rosario y la devualaron ante la opinión pública interna y externa, como fueron las inundaciones, los saqueos, la creciente inseguridad, el aumento de la violencia, la pobreza y las desigualdades sociales y  hasta las denuncias de convivencia entre polícias y narcos.

Lamentablemente, esa imagen de que “Rosario está linda” que se cultivó desde 2003, con picos en 2005 con el congreso de la Lengua, ahora parece un recuerdo y los rosarinos parecen más cerca de vivir en la ciudad de los "come-gatos". ¿Se cayó todo en los últimos seis meses o la ciudad se despierta de una ilusión de pujanza que no era cierta?