A la hora de pensar en una propuesta de cambio laboral, o bien de inserción, las variables que inciden y motivan a los ejecutivos para tomar una decisión, son variadas y toman un enfoque de análisis más sistémico e integral que lineal, muy ligado a la propia persona y sus motivaciones.
En el mercado actual, los profesionales analizan con mayor profundidad y detalle a qué compañía brindar sus competencias y valor profesional. De todas formas, va a depender en gran medida del grado de visión estratégica que poseen y cuan desarrollado esté su propio plan de carrera. Hay muchos ejecutivos que no tienen claro su horizonte temporal a 5 o 10 años, situación que se agrava dependiendo el rango de edad en que se encuentre la persona.
Nos referimos a que depende mucho del tipo de motivación de cada persona en relación a sus necesidades. Algunos priorizarán aspectos económicos, otros de status, realización profesional, plan de carrera, y no menos cierto es que encontramos una tendencia que cada vez se afirma más, relativa a considerar las prácticas de work life balance que brinda la compañía.
El concepto de "Ownership" (hacernos cargo de nuestro propio destino y automotivación más allá de lo que la empresa haga formalmente) es otra de las consideraciones que están tomando protagonismo. Se trata de una competencia que está presente en las personas con alto potencial y muchos ejecutivos están desarrollando.
Notamos que para ciertas personas uno de los aspectos más influyentes es la “Marca” y perfil de la compañía. Últimamente, los ejecutivos se interesan más en comprender la cultura de la organización, cuáles son sus valores, misión, visión de futuro, considerando también el reconocimiento social y posicionamiento en el mercado de la marca.
La actividad, reputación, trayectoria y el tipo de práctica empresaria (ajustadas o no a derecho) son factores sumamente analizados y tenidos en cuenta a la hora de comparar ofertas laborales.
Para otros, el proyecto desde el punto de vista de la “realización profesional y experiencia” estará por encima de la marca. Hay muchas personas que forman parte de empresas portadoras de marca, que luego al ser evaluadas sus trayectorias y/o ejecuciones no son sumamente atractivas más allá de pertenecer a una organización de renombre, no pudiendo demostrar resultados concretos, observables y exitosos. A veces existen empresas o proyectos cuyas marcas o envergadura no son tan importantes, pero que brindan increíbles oportunidades de desarrollo.
Sin duda los aspectos meramente económicos, y más en contextos inflacionarios donde las amplitudes salariales para una misma posición son mayores, tienen una gran influencia a la hora de decidir y pensar “a qué compañía dar mi valor”, pero no necesariamente es el de más peso o importancia y la cuestión va más allá de ello.
Otros de los temas de mayor interés y que actúa como motivador para los ejecutivos a la hora de conocer la propuesta laboral, son aquellos aspectos relacionados con el desarrollo personal, y la estructura en la cual se encuentra inmersa la posición.
Los ejecutivos valoran también todas aquellas cuestiones relacionadas a las acciones de inversión que la compañía esté dispuesta a realizar sobre su persona/posición, y se interesan por saber qué capacitaciones técnicas y de management la compañía brindaría (MBA, planes de carrera).
En cuanto a la estructura, es otro dato en el que se interesan en conocer y los motiva a la hora de una nueva propuesta. Los niveles presentes en la estructura, de cara a posibles desarrollos, crecimiento, como así también la gente a cargo, y niveles de reporte son muy considerados y motivadores a la hora de volcarse a una nueva oportunidad o cambio.
Cuando mencionamos la parte económica, es importante referir que para muchos trasciende el salario base asegurado destinado a la posición y se consideran otros aspectos como “remuneración variable” ligada al rendimiento y desempeño profesional, planes de beneficio que la compañía otorgue, y todos aquellos aspectos de Work life balance, entendiendo por ello, a todas aquellas políticas organizacionales y prácticas, “que nivelan” la carga laboral con el espacio personal, generando un impacto emocional y de motivación y pertenencia en los colaboradores.
