Un comunicado de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) sostuvo que "las condiciones de la cosecha de trigo de la campaña 2013/14 permiten que la industria molinera vuelva a moler trigo para la exportación de harinas y recupere el liderazgo que tenía hasta 2012".
"Compuesta por alrededor de 200 empresas radicadas en todo el país, la industria molinera argentina pasó de exportar menos de 400.000 toneladas sobre el fin de la convertibilidad (2000 y 2001) a más de un millón de toneladas a partir de 2008, lo que llevó a la Argentina a ser el tercer exportador mundial de este producto con valor agregado, convirtiéndonos en fuertes abastecedores de las hermanas naciones de Brasil y Bolivia", expresó la federación.
En tanto, manifestó que "sin embargo, en 2013 la escasa disponibilidad de materia prima, consecuencia de una caída en el volumen y la calidad de la cosecha 2012/13, forzó el cierre de las exportaciones, que se redujeron a poco más del 20 % de lo que la industria venía volcando al mercado externo. Totalmente comprometida como lo marca su historia con los habitantes del país, la industria molinera, la industria Argentina mas añeja del país, soportó la pérdida de mercados y su consecuente quebranto, priorizando el mercado interno y la conservación de los puestos de trabajo. Adicionalmente el cierre de la exportación se reflejó en la caída del ingreso de dólares al Tesoro, además de ceder mercados estratégicos a abastecedores extra Mercosur".
"Desde la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) se estima que la cosecha de trigo 2013/14 permite volver a exportar un millón de toneladas de harina, en línea con la política de exportar productos de alto valor agregado, tal como promueve el Gobierno Nacional. Exportar Valor, es exportar industria Argentina, es miles de puestos de trabajo a lo largo y a lo ancho del país, y no solo debemos quedarnos con esto, deberíamos aun mas profundizar la matriz productiva y ganar mercados altamente factibles de productos farináceos Argentinos, fideos, pastas, galletitas y todo tipo de farináceos con una industria tan competitiva a nivel mundial como la argentina", siguió el comunicado.
Y aclaró que "la reciente autorización de un cupo de 50.000 toneladas por parte de las autoridades del ministerio de Economía de la Nación ha sido positivamente ponderada por la FAIM, como un primer paso. Pero anhelando por retomar el sendero del estímulo a las exportaciones, la generación de divisas, el pleno empleo y la agregación de valor, es que FAIM considera prioritario disponer del cupo necesario, para recuperar los mercados externos que tanto costó ganar".
"Más allá de la coyuntura, la FAIM participa de la Mesa del Trigo, junto con el resto de los actores de la cadena y el sector público, bregando por la construcción de consensos que le permitan a la Argentina producir no menos de 20 millones de toneladas de trigo por año, volumen que permitiría sobradamente cumplir con las metas del Plan Estratégico de la Molinería, que plantea convertir a la Argentina en el primer exportador mundial de harinas de trigo", finalizó la Federación.
