El extraño caso de dos mujeres que ofrecían alquileres temporarios truchos

La oferta de alojamientos temporarios truchos generó un escándalos de grandes proporciones en Rosario. La redes sociales se inundaron de denuncias durante los últimos días para denunciar a dos mujeres, de apellidos Sillivan y Ortigala, acusadas de arrendar alojamientos, que a la hora de los hechos no están disponibles pero el dinero jamás se devuelve.  

Las ofertas circularon por sitios web como OLX, que interviene sólo como un muestrario de propuestas inmobiliaria que se pagan como un aviso clasificado, pero excluyen toda fórmula de pago, las cuales quedan al arbitrio de las partes interesadas. Por lo tanto no existe ningún tercero que valide la operación y pueda atender reclamos. 

La magnitud del escándalo motorizó un pronunciamiento de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica (Ahegar), que salió a condenar las estafas en la oferta informal de “pseudo hoteles”, e incluyó en la volteada a sitios web como Airnbnb, que opera con una oferta de más de 300 locaciones en Rosario,

Las denuncias sobre las dos mujeres, una de Fisherton y otra del centro de Rosario, explotaron en las redes sociales durante los últimos días, como un efecto dominó del caso de Lucho Paladini, el empresario turístico que permanece por estas horas detrás de las rejas acusado de dejar un tendal de damnificados en viajes al exterior.     

Las páginas de Facebook a través de las cuales operaban Sullivan y Ortigala ya no están on line, aunque ambas tienen cuit registrados ante la Afip, una de ellas como operadora turística y la otra como agente inmobiliario. 

El caso tiene otro elemento sorprendente, porque la abogada que se ofreció para canalizar las demandas de los damnificadas, Mariana Ortigala, admitió ser hermana de una de las acusadas. 

El modus operandi consistía en ofrecer alojamientos que luego no se cumplían, y no devolver el pago inicial, o forzar el cambio por otro arrendamiento de calidad inferior. Los acuerdos se celebraban por fuera de toda oficina, por caso en un heladería o en un bar. 

Hoteleros, con tapones de punta

Desde la Aehgar salieron a cuestionar la proliferación de “pseudo hoteles que potenciados por el crecimiento de plataformas on line, permiten mecanismos de venta resultantes de estafas a huéspedes y turistas, generando de esta forma una imagen negativa del destino”.

De paso, el gremio empresario también le pegó a “las ofertas informales permiten el funcionamiento de unidades de departamentos que al no estar debidamente habilitados y registrados, no cumplen con los requerimientos de seguridad mínimos y necesarios, a costos de mercados que dejan fuera de juego a quiénes sí apuestan al desarrollo del destino”. 

Y agregó: “El panorama de la oferta informal en el caso de los departamentos se vuelve mucho más serio si pensamos en la posibilidad de delitos que en ellos es plausible de producirse; sin vista de nadie, desde la reconocida plataforma Airbnb, que hoy ofrece en Rosario espacios en más de 300 casas y departamentos, como así también, los establecimientos de Alquileres Turísticos Temporarios”.
 
“Tal es el caso de lo desleal de la competencia, por ejemplo, que ninguna de las ofertas informales antes mencionadas debe costear recursos humanos para su correcto funcionamiento, lo que, en líneas generales, les reviste una disminución drástica de sus costos dándole la posibilidad de ofrecer precios inalcanzables para la hotelería tradicional”, completó.