La Asignación Universal perdió 68% de su poder de compra

A casi cinco años de la creación del Plan de Asignación Universal por Hijo (AUH), cuyo objetivo es la protección de la niñez contra la pobreza (aspecto clave por el cual fue creado) dicho objetivo está siendo demolido como resultado del proceso inflacionario de los últimos años. En base a los datos del Índice Barrial de Precios (IBP), desde su creación en octubre de 2009, la AUH perdió un 68% del poder adquisitivo de la canasta básica total.

En octubre de este año se cumplen 5 años de la creación del Plan de Asignación Universal por Hijo, que beneficia a más de 3,5 millones de niños y adolescentes del país. Esta política se fundó en el objetivo de proteger las condiciones de vida de los menores de 18 años residentes en Argentina a través de una asignación mensual fija a cada uno de los beneficiarios. En octubre de 2009, dicha asignación correspondía a $180 mensuales, monto que fue incrementándose en los últimos años hasta llegar a $460 desde la última actualización en junio de 2013.

Dichos incrementos, si bien en términos nominales pueden parecer importantes, en una economía con un proceso inflacionario como el de Argentina, resultan insuficientes. En términos reales, estos incrementos no llegan a cubrir el alza en los precios al consumidor. Una medida válida del poder adquisitivo de la población es la evolución de la canasta básica total (CBT) o línea de pobreza. La misma permite establecer las condiciones de vida mínimas para la población en términos de sus gastos mensuales

En sus comienzos, el monto de la AUH de $180 equivalía al 12,99% de la CBT para una familia tipo de 4 miembros. Tres años después (noviembre de 2012), con un monto nominal de $340 se podía adquirir el 9,1% de una CBT. A casi cinco años de su creación (marzo de 2014), el monto actual de $460 por niño permite comprar el 7,7% de esa canasta o línea de pobreza. Para que la AUH tenga el mismo poder adquisitivo que tuvo en el momento de su creación (no pierda el poder de compra de 13% de la canasta básica total), a marzo de este año la AUH debiera valer $775,14. Es decir, debiera aumentar un 68,5% respecto de su valor actual.

Esta brecha entre el poder adquisitivo de la AUH en casi cinco años se debe a dos factores: por un lado el fuerte incremento que tuvo el valor de la CBT, particularmente en los últimos años. En base al Índice Barrial de Precios, la CBT para una familia tipo creció en 2012 un 31,2% y en 2013 un 34,7%. En lo que va del año, la CBT ha crecido un 15,1%. Por otro lado, se debe también a incrementos nominales en el valor de la AUH que en un contexto de aumento generalizado de precios resultan insuficientes.

Para que una política como la AUH tenga la eficacia requerida es vital que pueda cubrir los gastos mínimos necesarios para que una familia no viva en condiciones de pobreza. Esto requiere eliminar la brecha que se genera entre el valor nominal de la asignación y el monto de la canasta básica total. Además implica la necesidad de controlar el aumento generalizado en los precios, un fenómeno que afecta en especial a los sectores populares.

Es importante advertir, que la pérdida del poder de compra de la AUH, es directamente proporcional al deterioro de la función social para el cual fue creado. Así, el programa social nacional más importante de los últimos 10 años, se erosionó en los últimos por el efecto dinámico que tiene la inflación, y la negativa del gobierno en admitir tal situación.