Trajo modelo contra "huracanes" pero la inflación casi lo arrastra

Héctor Leonardo Salteño había traído dos años atrás un innovador modelo de fabricación a prueba de huracanes y terremotos a Esperanza, pero el contexto económico complicó su proyecto y disparó los costos de producción haciendo inviable el negocio. Hoy el emprendedor volvió a las bases y reconvirtió su empresa hacia la construcción tradicional.

Covi Panel apostaba a una modalidad de fabricación que se desarrolló en los EEUU con la particularidad de ser a prueba de huracanes y terremotos. Pero su mayor atractivo estaba quizás en que implicaba un ahorro del 40 % sobre el ladrillo de barro. Con la última devaluación de principios de año, los costos se dispararon y la ecuación se volcó al negativo.

“Nuestra materia prima era un telgopor importado para hacer los paneles, ese material hoy es muy costoso de conseguir y lo que antes implicaba una opción de construcción mucho más económica, hoy está 8% más cara que la tradicional”, explicó Salteño a punto biz.

Bajo la firma Covi Panel, la empresa se dedicaba a la construcción de viviendas, muros o cercos perimetrales con paneles estructurales de 1 metro de ancho por 2,50 de alto, compuestos de poliestireno expandido y dos mallas de acero electro soldadas con una retícula de tamaño especial para una resistencia óptima a la carga.

Dentro de las ventajas del sistema, se destacaban también la reducción de tiempo en la construcción de una vivienda tipo, comparado con el sistema tradicional de ladrillos de barro cocido. Los muros con este sistema, brindan una aislación acústica y térmica superior, en relación a los tradicionales ladrillos, lo cual se traducía en ahorro de energía en verano e invierno.

Sin embargo, y a pesar de estas ventajas comparativas, al emprendedor se le hacía cuesta arriba vender el proyecto entre los habitantes de la región. “Era bastante difícil convencer a la gente de que se trata de algo seguro y el ladrillo se vende sólo, nadie te pide mayor información”, agregó el emprendedor.

En efecto, ante el cambio de contexto y las dificultades que representaba de por sí abrirse paso en el mercado, Salteño optó por reconvertir su empresa al 100%. Dejó de ser Covi Panel para llamarse Covi Construcciones y con ello, abandonó de plano el modelo de construcción anterior, para abrazar el tradicional.