El fallo de la OMC impactará sobre el próximo Gobierno

Y finalmente llegó. La OMC se tomó su tiempo pero anunció oficialmente el fallo contra la Argentina por la demanda que la UE, Estados Unidos y Japón le iniciaron en mayo de 2013 y que tiene a otros 23 países como observadores. La conclusión del panel de expertos fue que el procedimiento de tramitación de las DJAI’s y las condicionalidades no escritas (léase planes 1 por 1, agregado de contenido local sustituyendo importaciones, cupos, etc.) no cumplen con la normativa de la OMC.

Representa un nuevo revés para la Argentina en el contexto internacional, pero claramente no es el más problemático ni tampoco toma a nadie desprevenido. El fallo desfavorable había sido adelantado informalmente y sólo era cuestión de saber en qué momento se publicaría.

En una situación como la actual, de fuerte restricción externa agravada por el default, con caída de exportaciones y creciente déficit energético, para la Argentina es imposible cumplir con el levantamiento de las medidas que frenan las importaciones. Más aún considerando que esta acción debería ser extensible a todo el mundo, dado que es impensable dar prioridad a los bienes de los países demandantes desarrollados mientras se sigue restringiendo la entrada de productos brasileños, chinos o del resto de Latinoamérica, que no formaron parte de la demanda.

La buena noticia es que aún restan muchas instancias de procedimiento y de negociación en la OMC, por lo cual las consecuencias del fallo no se van a hacer sentir en 2014 y casi con seguridad tampoco en la mayor parte de 2015. Como la Argentina tiene dificultades reales para acatar la medida, obtendrá plazos más laxos para ir adecuando su política comercial. Por otro lado, la instrumentación de las nuevas medidas de bloqueo de la AFIP (BI39) y la mayor injerencia del BCRA, administrando la venta de divisas a los importadores, parecen impulsadas por la necesidad de disimular los controles para ir eludiendo el fallo de la OMC.

Sin embargo, no quedan dudas de que a mediano plazo las medidas de restricción de las importaciones no son sostenibles y deberán ser desarmadas y/o adecuadas, pero eso ya será una tarea que recaerá sobre las espaldas del próximo Gobierno. Otra tarea pendiente para el post-kirchnerismo.