Cómo hacer para no meter la pata al desratizar

El caso tomó estado público el fin de semana:una familia sanlorencina resultó afectada por la desratización del depósito de un laboratorio en el que se guardaban muestras de granos. Más allá del episodio en sí mismo, el interrogante se esparció entre empresarios y también particulares durante las últimas horas: ¿Cómo hacer para no correr riesgos de meter la pata en situaciones similares?

La empresa contratada para efectuar la desinfección en instalaciones de la empresa certificadora de granos Cotegna es de San Nicolás, provincia de Buenos Aires, utilizó fósforo de aluminio, cuyo empleo está prohibido para estos casos, coincidieron en señalar de las intendencias de San Lorenzo y Rosario. 

“Si bien ya interviene la fiscalía en la investigación de la causa en particular, la compañía que Cotecna contrató para exterminar los roedores en un depósito con muestras de grano no estaba habilitada y declaró a la iIntendencia que utilizó fosfuro de aluminio, una sustancia volátil, que está prohibida por ordenanza en la ciudad”, explicó a punto biz Mónica Patricelli, directora de Medio Ambiente de San Lorenzo. 

Tanto en San Lorenzo como en Rosario, para controlar la invasión de roedores deben aplicarse métodos que no afecten el aire. “Nuestra repartición permite el tratamiento con cebos y geles. Cualquier otro elemento con capacidad para exterminar un ratón o una laucha está en condiciones de afectar a los humanos y por eso no está permitido. En realidad nos regimos por los protocolos que elabora la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) donde se indica la prohibición de cualquier otra sustancia rodenticida que no venga en las presentaciones antes mencionadas”, planteó Guillermo Palombo, titular de Control de Vectores de la Municipalidad de Rosario.

En San Lorenzo, cualquier empresa que brinde servicio debe comunicar a las autoridades qué tipo de intervención llevará a cabo y con qué elementos pretende realizar el trabajo con receta agronómica incluída. “Hasta no tener el ok nuestro, no pueden operar”, expresó Patricelli sobre el código de procedimiento vigente. En Rosario, hasta funciona un registro de empresas, las únicas habilitadas, ya que son controladas periódicamente en base a la manera en que desarrollan las desinfecciones.

En San Lorenzo en rigor se combinaron dos errores, por un lado el ejercicio de una desratización no autorizada, y por el otro el funcionamiento de un depósito que no contaba con habilitación municipal. 

“Contamos con 6 inspectores que recorren con regularidad los establecimientos que manejan alimentos para el consumo humano en primer lugar, pero ante cualquier denuncia de vecinos sobre presencia de ratones en la vía pública o en domicilios, realizan operativos que alcanzan a fábricas y viviendas de cualquier tipo. El consejo a los empresarios es el de constatar periódicamente los posibles rastros de los roedores y si es necesaria una desinfección, exigirle al prestador la credencial que lo habilita como tal emanada del el municipio. De esta manera la firma que realiza la tarea es responsable penal y civilmente sobre las sustancias que utiliza”, sentenció Palombo.