Todo es tradición en Corrientes

En auto: 743 kms (8 horas 50 de viaje). A Santa Fe por la autopista y por la ruta nacional 11 hasta Resistencia, luego se toma el puente General Belgrano hasta Corrientes.

En micro: Desde la terminal de Rosario hay salidas diarias a la terminal de Corrientes de las empresas Flecha Bus, El Norte Bis y Tramat.

Dónde dormir: El Hotel y Casino Turismo ofrece promociones para el fin de semana de carnaval.

Entrada al corsódromo: Desde los $50 a los $210 dependiendo de la ubicación.

Entrada al anfiteatro: Desde los $60 a los $100 dependiendo de la ubicación.

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Presentando la misma disposición que la del carnaval de Gualeguaychú, la ciudad de Corrientes fue declarada Capital Nacional del Carnaval y ahora los festejos tienen más de 50 años de vida ininterrumpida. Se trata de una celebración que lejos de buscar seducir al visitante que intenta encontrarse con figuras del teatro o la televisión en el espectáculo entrerriano, se apega a la más tradicional expresión que conjuga la música, el baile de las comparsas y los shows con la marca indeleble del chamamé en el anfiteatro Tránsito Cocomarola, elección de la reina incluida. Con menos fastuosidad que su primo lejano del sur, el carnaval de Corrientes también tiene corsódromo propio y promete una compulsa entre las agrupaciones Ará Berá (ultima campeona), Copacabana, Sapucay y Arandú Beleza, mientras que las Agrupaciones Musicales son Samba Total, Imperio Bahiano, Sambanda, Samba Show y Kamandukahia.

El calendario de presentaciones, es en realidad el final de la Ruta del Carnaval, un itinerario organizado por el gobierno de la provincia de Corrientes que promueve un circuito de celebraciones en localidades del interior que se inicia apenas comienza el verano y finaliza en la capital, con las actividades mayores. La ciudad de Corrientes cumple con los requisitos propios de una ciudad del Litoral, pero que creció en los últimos años y ofrece buena hotelería y un panorama de entrenamientos que suman balnearios, centros comerciales y juegos de azar. Entre las joyas que ofrece la capital, la costanera construida cuando todavía Rosario le daba la espalda al Paraná, es parte irrenunciable del paseo. Las playas están cerca del centro, un dato a favor para recorrer las calles a pie si es que se aguanta la humedad y el calor sofocante.