Fábrica de Bustinza se afirmó en el barro con un producto único

Las pruebas que hace unos 8 años la empresa familiar de Carlos Goli viene realizando rindieron sus frutos. Se trata del caso de Bustinza Goma, que irrumpió en la la fabricación de orugas de goma para diferentes usos, tanto industriales, como agropecuarios y de entretenimiento. Los kits que se pueden montar sobre distintos vehículos y maquinarias, son los únicos producidos en Sudamérica y sustituyen importados que cuestan el doble. Además reemplazan las orugas de hierro, más pesadas y que afectan negativamente el terreno rural.

Luego de varios ensayos, el esfuerzo está dejando resultados positivos. “Es un desarrollo que tiene un potencial enorme. Muestra de ello son las operaciones ya concretadas y las constantes consultas”, planteó Goli a Punto biz. Colocaron orugas como piezas de recambio para retroexcavadoras que originalmente empleaban cintas de hierro y ahora tienen precios prohibitivos, en recolectores de cítricos y la última novedad, para cosechadoras de arroz.

“Somo los únicos que las producimos en América Latina y lo positivo es que estamos en condiciones de trabajar a medida para adaptar orugas en dispositivos que emplean originalmente ruedas”, menciona Goli, al tiempo que destaca alguna de las ventajas de la tecnología: “Reduce la compactación del suelo, no hay patinamiento ya que a diferencia de la rueda que gira sobre el terreno, la oruga roda, y además es un material versátil apto para avanzar en terrenos anegados con barro, inundados, zona pedregosas y superficies con nieve”.

El interés de la empresa localizada en Bustinza (departamento Iriondo) por la producción de orugas en base a goma, fibras textiles y partículas metálicas comenzó hace 8 años, con la puesta a punto de una recolectora de tabaco. “Fue un fracaso porque era muy complejo acercar los experimentos a una zona distante a más de mil kilómetros. Con la primera recolectora de cítricos sucedió algo similar, fuimos a Concordia y por no realizar cálculos correctos entre potencia de motor y características de la cinta, la oruga no hacía más que patinar en terrenos húmedos. Pero no bajamos los brazos, fuimos mejorando”, expresó.

La empresa comercializa los kits por separado para montarse sobre cualquier vehículo o herramienta de trabajo, desde una camioneta estándar, hasta una cosechadora de grano grueso que debe operar en un lote semi anegado. “Para el uso rural en la zona central está teniendo buenos resultados. Si antes había que entrar a un lote con algo de barro, las orugas tradicionales dejaban muy maltrecho el piso y las plantaciones, la experiencia con la orugas de goma es más eficiente”, relató Goli.

Por estas horas Bustinza Goma está en plena experimentación con un prototipo de cosechadora de arroz, con el que se fijan el desafío de competir con la oferta que proviene de los Estados Unidos. Goli está al frente de la firma familiar hace 40 años y emplea a 90 trabajadores en la localidad del departamento Iriondo.