Marcopolo se lanza a producir un nuevo modelo de ómnibus en la Argentina

A través de la subsidiara Metalsur con planta en Villa Gobernador Gálvez, el holding de origen brasileño Marcopolo activa la producción local de un nuevo modelo de coche de larga distancia en el marco de la reactivación del establecimiento fabril que estuvo parado un mes, no por falta de demanda, si no por escasez de chasis, dificultad heredada de la administración nacional anterior.

En rigor de verdad el reinicio de actividades está prevista para el próximo 5 de marzo, momento en que la planta volverá a contar con el plantel de más de 500 trabajadores, que en su mayoría fueron licenciados durante 30 días -desde el 5 de febrero- a partir de un acuerdo establecido con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), mediante el cual el personal que estaba en casa cobrar el 80% del salario.

Durante los 30 días de parate, en la planta de Villa Gobernador Gálvez siguieron con actividad 120 empleados. El personal estuvo a cargo de la adaptación de la planta a la producción de la carrocería Paradiso 1800 G7 de Marcopolo, un diseño que se trajo de Brasil para ser armado en el Gran Rosario. De acuerdo a fuentes de Grupo Fénix -el nombre de la compañía que nuclea a Marcopolo y Metalsur-, la decisión de traer a la Argentina el modelo G7 obedece a la disponibilidad de matrices luego que dejó de fabricarse en Brasil, donde entró en producción la octava generación.

El plan de adaptación incluye el desarrollo de proveedores argentinos, una dinámica que se irá profundizando con el paso de los próximos meses para dejar de depender de insumos importados. Las operaciones de la fábrica de Villa Gobernador Gálvez también mantendrán el ensamblado de otras carrocerías que ya se venían encarando.

Desde la conducción de Grupo Fénix, si bien admitieron que no les quedó otra que parar la planta un mes, no adjudicaron el stand by a la baja demanda. Más por el contrario, entienden que aunque no existe una demanda récord, la mayor dificultad derivó de la falta de dólares de importación que implicó que las terminales automotrices encargadas de importar los chasis sobre los cuales luego trabaja Metalsur, no tenían cómo ingresar al país los productos.

Desde Grupo Fénix indicaron a Punto biz que a finales de año quedaron sin poder cruzar la frontera 50 chasis y ante la carencia del insumo fundamental se formó el cuello de botella. “Entendemos que existe una demanda ralentizada producto de la coyuntura, pero de haber dispuesto los chasis en la planta, no hubiésemos tenido que hacer un parate tan prolongado”, expusieron desde la compañía.

El canje de deuda en dólares que debieron contraer las empresas importadoras de chasis por Bopreales permitió ahora el ingreso del material que estaba parado y entienden en Metalsur que están dadas las condiciones para restablecer las líneas de producción descartando de plano una eventual extensión de la suspensión.

La puesta a punto del nuevo modelo a desarrollar en Argentina es producto de la inversión de u$s25 M que Grupo Fénix hizo en el país en un proceso que se inició en 2019 y que se prolongó hasta 2023, incluyendo la ampliación de la fábrica de Villa Gobernador Gálvez.