La "ley seca" de la Sedronar paralizó a una empresa recuperada

La lucha del Estado contra el narcotráfico multiplicó los controles sobre la comercialización de precursores químicos de uso industrial. Una cooperativa de conocida trayectoria como Vitrofin, una firma recuperada a principios de la década anterior, tiene parada la producción desde hace 15 días tras haber sido suspendida por la Sedronar (Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico) del registro de compradores de insumos clave como carbonato de potasio y carbonato de sodio. Y no es el único caso en Santa Fe

“Van dos semanas que no estamos fabricando y para colmo los hornos siguen encendidos. Es que como aguardamos que la dificultad se destrabe de forma inminente, decidimos no apagarlos, ya que el enfriado se prolonga por 10 días, y de querer ponerlos en marcha de nuevo, se necesita un timepo similar, para evitar que las paredes se resquebrajen”, explicó, alarmado, César Pelli, presidente de la Cooperativa de Trabajo Vitrofin, la empresa de Cañada de Gómez que resurgió de una quierbra hace 10 años.

La orden de tramitar permisos especiales ante la Sedronar rige desde 2007 y hasta el verano los informes trimestrales para dar cuenta de las operaciones con precursores químicos se hacían de forma manual y se enviaban por correo a Buenos Aires. La suma de los expedientes en un año, habilitaba la reinscripción en el Registro Nacional de Precursores Químicos (Renpre), donde figuran tanto las firmas productoras, como quienes utilizan los insumos en el proceso de fabricación y hasta las transportistas. 

“El mecanismo de carga de datos cambió este año por un sistema online que es muy complejo. No existe asistencia alguna y ante un equivocación, ocurre lo que nos pasó a nosotros. Te terminan excluyendo del sistema”, reportó Pelli. Hoy tienen algo de esperanza ya que hace algunas horas les confirmaron que la baja está cerca de destrabarse. “Por estar 15 días parados perdimos alrededor de $300.000 en facturación. Nadie de la línea cristal está trabajando”, sumó el titular de la organización que emplea unos 70 socios. 

Frente a las dificultades que están teniendo los operadores chicos para gestionar los permisos bajo el nuevo régimen a través de internet, las grandes compañías encuentran mecanismos más ágiles para habilitar grandes cargamentos. “Si bien seguimos incluídos en el registro, nuestro problema radica en la imposibilidad de cargar el informe trimestral. Este año llevamos uno solo entregado y nadie explica como llevar a cabo el procedimiento”, referenció María José Kainer, del área administrativa en la Cooperativa de Trabajo Jabonera Cañada Rosquín, otra de las empresas sustentadas en la economía social que está en pleno reclamo.

“Adquirimos carbonato de sodio a Alcalis de la Patagonia, una compañía que pertenece al Grupo Indalo y que transporta el pedido hasta un depósito en la Capital Federal. Desde allí nos toca a nosotros hacernos cargo de la logística, pero lo cierto es que la Sedronar pide un transporte autorizado en el Registro y no hay en la región nadie habilitado”, esgrimió Kainer, sobre la mecánica de la adquisición del elemento básico para elaborar jabón en todas sus formas.