Advierten que no está claro que grava el impuesto verde que quiere Bonfatti

El gobierno provincial busca que la Legislatura le apruebe un bautizado “impuesto ecológico” que alcanzaría a unas 78 grandes industrias. En el sector empresario, sobre todo el agroindustrial, esbozan que es un intento de la administración provincial de recaudar sobre empresas que están eximidas de Ingresos Brutos. Punto Biz consultó al ex secretario de Medio Ambiente de Santa Fe, Marcelo Terencio, sobre el alcance y las implicancias de la iniciativa.

-¿Qué opinión tiene?
- Adolece de claridad. No está claro que es lo que se quiere gravar. Y por eso se genera el debate. Los empresarios se preguntan: “¿Qué es el impuesto verde? ¿Un tema ecológico? ¿En base a qué me cobran?” Incluso muchas veces cuando se habla sobre el tema -incluso funcionarios-hablan de que en realidad esto es para compensar por la contaminación que genera la industria. Y esa es una verdadera confusión, porque en todo caso, si estamos frente a una situación de contaminación, de afectación al ambiente, dentro de este ordenamiento jurídico está perfectamente previsto un régimen sancionatorio. Entonces, en realidad, se convierte en un impuesto a la actividad industrial que le quita incentivo a la radicación de empresas. Hay una imprecisión muy grande de lo que se está hablando. También hay dudas sobre el modo en que se calcula y cómo se define quiénes están alcanzados. 

- Como Medio Ambiente de la Provincia tiene que autorizar una industria antes de que empiece a producir, se supone que cuando una fábrica logra esa autorización es porque no daña el  medioambiente. Entonces:¿ por qué le cobran luego un impuesto si en teoría no tendría que estar contaminando?

-Claro, esa es la dificultad. Está la imprecisión en el tema del hecho. Siempre puede ser válido la discusión de los regímenes o los sistemas impositivos. De hecho la Argentina en esto, yo no soy un especialista, pero siempre es un tema de gran discusión y probablemente deuda pendiente. Pero más allá del título, porque pareciera ser atractivo desde algún punto de vista para la sociedad hablar de una norma que tenga como fin de proteger el ambiente, en realidad me parece que -como está planteado- termina siendo una carga impositiva innecesaria. Vuelvo a repetir: queda poco claro, independientemente de los fines por los cuales se persigue, qué es lo que quiere gravar.