Por qué faltan las divisas

Cuando en un país, como hoy sucede en la Argentina, el consumo se incrementa por encima de lo que permite el ingreso de divisas por exportaciones y deja poco margen para la inversión, las ventas al exterior se reducen, el saldo de la balanza comercial no basta para cubrir el pago de los servicios reales y financieros y es difícil acceder al crédito internacional. El resultado será una caída en las reservas del Central determinando restricciones externas que ineludiblemente conducen a una recesión.

La economía de la Argentina estaba en un punto de equilibrio en el año 2007 cuando el PBI sumó US$ 411.187 M, las reservas del Central llegaban a US$ 46.000 M y el saldo del comercio exterior fue positivo en US$ 11.273 M. En este año la relación del PBI con las importaciones fue de 13,5%, o sea que para cada millón de dólares de aumento del PBI fue necesario incrementar las compras en el exterior en US$ 135.000.

La Argentina necesita que el saldo de su comercio exterior sea fuertemente positivo debido a que las divisas son necesarias, no sólo para financiar las importaciones de bienes, sino también para cubrir los saldos negativos que arrojan casi todos los rubro del intercambios de invisibles, como el de los transportes internacionales, el servicio de la deuda externa, la transferencia de utilidades de empresas extranjeras, el turismo, intereses de inversiones extranjeras, etc.

Para el año 2013 las reservas del Central habían bajado a un nivel crítico de US$ 30.599 M, disminución que ocurrió pese a que mediante restricciones aduaneras fueron limitadas las importaciones al punto de dificultar muchas exportaciones y de obligar a que algunas empresas sustituyeran insumos importados por otros locales de precios más altos y de menor calidad. La consecuencia fue disminuir el nivel de vida de los consumidores y contribuir a acelerar la inflación.

El origen de estos males estuvo en una fuerte expansión del consumo que llevó a que el PBI, que en el año 2007 fue de US$ 411.187 M, pasara el año 2013 a US$ 603.219 M, un incremento del 47%. En el año 2007 el saldo comercial fue positivo en US$ 11.273 M mientras que en el año 2013 también lo fue, pero en sólo US$ 8.005 M, monto insuficiente para atender el déficit de los sectores de servicios, lo que explica la caída de las reservas del Central que, de US$ 46.000 M en el año 2007 bajaron en el año 2013 a sólo US$ 30.599 M.

De cuán intensa puede llegar a ser la recesión puede estimarse considerando que, habiendo sido las importaciones del año 2013 de US$ 73.656 M, y debido a que el porcentaje necesario de compras en el exterior para cubrir las necesidades de la producción llega al 13,5%, el monto máximo al que pudo llegar el PBI utilizando esas compras en el exterior habría sido de US$ 545.600 M, una baja del 9,6% respecto del PBI de US$ 603.219 M realmente habido. Como consecuencia de este alto consumo disminuyeron las reservas del Banco Central y es aguda la escases del divisas.

Para que el PBI de US$ 603.219 M habido en el año 2013 no hubiera originado la utilización de divisas del Banco Central para importar todo lo que se necesitó, las exportaciones de ese año debieron haber sido US$ 7.809 M más elevadas, o sea US$ 89.469 M en vez de US$ 81.669 M, un aumento del 9,6%. No es este el camino que en este año de 2014 sigue el comercio exterior, ya que en los primeros 7 meses de este año las exportaciones fueron de US$ 43.501 M, un 10% menos que los US$ 48.320 M del mismo periodo del año 2013.