"Hay que realizar un pacto para el trabajo"

Cada persona es rica en vivencias, expectativas e ilusiones que marcan sus elecciones y se van manifestando en las decisiones a lo largo de su vida. Muchas de ellas están vinculadas a los dos grandes ámbitos en los que cada uno se mueve: su familia y su trabajo. Cada persona conjuga de manera natural roles diferentes en su esfera familiar, en el contexto laboral, en el trato con amigos y/o colegas, y en todos aquellos ambientes donde se encuentra y actúa cotidianamente.

Alcanzar el desarrollo como persona implica poder integrar estos roles y responsabilidades de la manera más armónica, y sin sentir agobio por tantas demandas. Las personas que trabajan son a su vez esposo/as, padres, madres o hijos que además de destinar muchas horas a sus responsabilidades laborales requieren la posibilidad real de dedicación de tiempo a sus seres queridos. Sin esa presencia activa con las energías suficientes para asumir sus roles, la integración familia y trabajo se convierte en una utopía inalcanzable, fuente de insatisfacción a nivel personal y en muchos casos lleva al debilitamiento de los vínculos familiares.

En efecto, no prestar atención a los conflictos que se generan entre la vida laboral y la vida familiar tiene altos costos tanto en las personas, en las empresas y en última instancia también en la sociedad. Este impacto negativo ya está afectando la salud de los empleados con el consiguiente efecto en sus familias y en las organizaciones. Este fenómeno no se registra solo en nuestro contexto sino que tiene un alcance global. Tal vez por esto, la ONU al celebrar en este 2014 el vigésimo aniversario del año internacional de la familia ha propuesto como uno de los ejes temáticos la conciliación trabajo familia, considerada como una parte integral de las estrategias tanto gubernamentales como también empresariales para el cuidado y el fortalecimiento de las personas y sus familias.

Conseguir una armónica integración entre familia y trabajo constituye un desafío y es, a la vez, un aspecto de esencial importancia para el desarrollo de todo ser humano. De allí que dar respuestas a esta realidad tiene una gran trascendencia ya que la integración familia y trabajo es un necesidad humana, familiar, laboral y social relevante por los valores en juego y por la responsabilidad personal, empresarial y social que hay detrás de alcanzar este desafío.

En esta misma línea se inscribe el llamamiento a realizar un “pacto para el trabajo” que busque conciliar los tiempos del trabajo como los tiempos de la familia que ha planteado el Papa Francisco hace poco en un encuentro con el mundo laboral desarrollado en Molise. Dirigiéndose a un buen grupo de empresarios e industriales italianos hizo hincapié en la importancia de tratar estos temas desde la Universidad, ámbito particularmente significativo para él porque expresa la relevancia para repensar las nuevas y complejas cuestiones que plantea la crisis económica actual, a nivel local, nacional e internacional y para que vuelvan a poner en el centro de la escena el valor de la persona y de lo más valioso que tiene: su familia.