Con escándalo, el Enapro tuvo que suspender su congreso

“No están dadas las condiciones para seguir y garantizar la seguridad”. Con esas palabras el titular del Ente Administrador del Puerto de Rosario (Enapro), Ángel Elías, suspendió esta amañana el congreso por los 20 años del organismo portuario, luego de que los dirigentes del sindicato portuario (Supa) llegaran, en medio de fuertes discusiones y gritos y momentos de tensión, a las puertas del salón del segundo piso de la Fluvial, donde se realizaban las deliberaciones, con el objetivo de leer un informe con denuncias de todo tipo contra Terminal Puerto Rosario (TPR), documento al que el Enapro no quiso darle vidriera.

Pero el que sí tuvo vidriera -provincial, nacional e internacional por la cantidad de asistentes al evento- fue el conflicto sindical en Puerto Rosario, una pugna que dejó la peor imagen que se podía dejar para las terminales locales en la comunidad portuaria y la prensa: la de un puerto sucio, parado desde hace dos semanas, y que no para de perder cargas por un sindicato que desacata conciliaciones obligatorias.

“Pido racionalidad a las partes porque el daño es terrible. No para la empresa. El daño es para el puerto y para la economía de la región”, señaló desde el estrado, Jorge Hollidge, de la Asociación Santafesina de Agentes de Carga. “Es muy difícil volver a traer una carga que se fue y si una vez que volvió otra vez encuentra problemas no vuelve más, y eso está pasando ahora en el Puerto”, agregó. 

Mientas escuchaba a Hollidge, un despachante de Aduana le dijo a punto biz: “Yo no pongo más las manos en el fuego por Rosario. No lo ofrezco más a mis clientes como alternativa logística porque no quiero perder a mi ciente”. Un empresario con interés en depósitos fiscales aportó que “Vicentín y Ultramar, los dueños de TPR, pueden perder plata pero si quieren se van y se llevan hasta las grúas, cuando los que realmente perdemos somos las empresas vinculadas a la logística”. Y un operador de fertilizantes que trabaja por Rosario contó que cerró contratos para 2015 con San Nicolás, que junto con Zárate son los grandes ganadores de cargas que pierde  Rosario. 

Los asistentes al encuentro le bajaron el pulgar al Supa. Creen que sobredimensionó un reclamo puntual cuando la situación del Puerto es mucho mejor -no sólo operativa sino para con sus trabajadores- y que por mostrarse intransigente en un punto pone en juego el futuro entero del puerto. Esa postura del conflicto por el conflicto mínimo alentó especulaciones sobre que en realidad el reclamo es una pantalla de la pata jurídica del gremio para presionar a TPR para que les habilite negocios en los muelles, como era común en tiempos de Salazar Boero. 

Con todo, la conducción del Enapro no quedó bien parada ante los asistentes que le reprocharon falta de cintura política. Molestó que no se haya suspendido antes el congreso o que no hayan tomado los recaudos para que, si la decisión era hacerlo por la trascendencia institucional, se garantice seguridad. En cierta forma, el slogan de "Los 20 años del Enapro" dejó la sensación de que el puerto no avanzó nada porque lo de esta mañana recordaba a la crisis de los 90 entre el Supa y el concesionario filipino Ictsi con el PJ en el Enapro; eso sí la asesoría jurídica del gremio sí sigue siendo la misma. 

El Ministerio de Trabajo de la Nación convocó para esta tarde a las partes en Buenos Aires. Y los muelles siguen parado porque Supa sigue sin acatar conciliciación.