Advierten excesiva rigurosidad ambiental del municipio en las industrias

El flamante presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario (AIM), Claudio Mossuz, pidió ayer que la Municipalidad flexibilice plazos y criterios de adecuamiento de las fábricas que están en el ejido urbano a las nuevas exigencias ambientales y territoriales locales y que también las equipare con las del gobierno provincial ya que muchas veces se contradicen.

“Por ejemplo, en el caso de nuestra empresa, Roman y Marinoni, al renovar la habilitación nos la dieron por dos años. Nosotros ya empezamos a construir nuestra nueva planta en un parque industrial, pero nos mete mucha presión porque no es fácil para una empresa pyme encarar este tipo de mudanza”, señaló.

El industrial también puso como ejemplo su caso para retratar una preocupación que asegura es común en el sector.  “En dónde estamos radicados, Roca al 4000, hicimos todos los deberes para el gobierno provincial en cumplimiento de la ley ambiental, y estamos tramitando la certificación, pero las exigencias de una ordenanza Municipal son más rígidas”, señaló.

Por ejemplo, contó que a la hora de categorizar a las empresas, y por ende definir su lugar de radicación, el criterio provincial analiza un conjunto complejo de variables, mientras que la Municipalidad por el sólo hecho de tener más de 1000 m2 la envía a la periferia.

“Se necesita más flexibilidad para determinar si es necesario traslado o no de la empresa. Y aquí hablo como representante de Roman y Marinoni, que está categorizada por la Provincia como categoría dos, pero la Secretaria de Medio Ambiente Municipal objeta y dice que la cantidad de residuos peligrosos generados mensualmente son excesivos, y que por eso deberíamos ser categoría tres y mudarnos. Eso es totalmente objetable desde el punto de vista técnico. Cumplimos la reglamentación de disposición final de residuos peligrosos. Y para que se den una idea estamos hablando de thinner que queda del lavado y tratamiento que se hace a las piezas para la pintura, trapos embebidos en thinner, latas vacías de pintura y tambores vacíos de thinner. Como todo esta informado, detallado en plan de gestión ambiental y va a reciclaje, vemos que la rigurosidad genera problemas en las empresas”, contó el industrial.

Para Mossuz si la intención es buscar adecuar a las fábricas a la nueva normativa se tendrían que dar plazos y requerimientos más flexibles. “La Municipalidad hizo muy bien en actualizar la normativa ambiental y de ordenamiento territorial, porque Rosario estaba creciendo sin planificación, pero me parece que al hacerlo se fueron del otro lado sin contemplar la reales posibilidades de adecuación de las empresas porque los costos de la adecuación son muy altos”, resaltó. 

Finalmente, el industrial señaló otra contradicción: “Apuran a las fábricas a mudarse a la periferia, cuando allí no hay servicios y no los habrá por un tiempo. El único que tiene todo es el parque de Roggiro, que está completo, pero por ejemplo el de Uriburu, que es el Park Empresario, todavía no tiene las obras de infraestructura y a la gran mayoría de los terrenos no llega ni el alumbrado o el transporte”. Por el contrario, dijo que "son los parques industriales que no están en Rosario quienes sí tienen ya toda la infraestructura y además son más flexibles en los plazos de adecuación a la normativa (además de precio de terrenos más accesibles); por lo que si no se cambian esos criterios se seguirá impulsando el éxodo de fábricas de Rosario a las ciudades...