Reconvirtieron fábrica abandonada en una moderna planta de reciclaje

En el departamento General López, dos mujeres emprendedoras reactivaron una fábrica en Murphy para poner en marcha una empresa de reciclado de plásticos en el área industrial de esa localidad. Las artífices detrás de ese ambicioso proyecto son Antonela Genghini y Daiana Mendoza. El proyecto se basa en reconstruir la empresa y reactivar las máquinas para que, una vez que estén en funcionamiento, generar puestos de trabajos y productos derivados del reciclaje, como palas de mano, palas con cabo, bases para escobillones y cerdas para cepillos.

La fabrica abandonada se dedicaba al reciclaje, donde se picaba el pet (botellas) y se recuperaba el PP (polipropileno) como tapitas de gaseosas, y al mismo tiempo se producían productos, con ese material, basados en limpieza. Además, se elaboraban cabos metálicos y que a raíz del cierre de las exportaciones y la apertura de las importaciones, tenía un mayor costo producirlo que traerlo del exterior, según comentó Antonela Genghini al diario El Litoral.

“Nos encontramos con una planta cerrada hace aproximadamente un año. Ahora se están poniendo a punto las máquinas, realizando el mantenimiento que cada una necesita. Estamos acondicionando los terrenos, haciendo planeamiento de marketing, búsqueda de proveedores, limpieza de oficinas y galpones. Cómo así también el reclutamiento y selección de recursos humanos”, indicó Genghini al medio.

Los objetivos 

En la fábrica de Murphy apuntan a procesar PET (polietileno tereftalato), un tipo de plástico utilizado en envases y botellas de gaseosas, agua y aceite, 100% reciclables, cuyas aplicaciones varían desde la fabricación de envases hasta la producción de abrigos.

Una vez operativa, la planta de reciclado recuperará aproximadamente de 7000 a 10000 kilos diarios, reutilizando los materiales que se encuentran en botellas, tapitas y recipientes diversos que la gente desecha cotidianamente. “Las localidades vecinas envían estos mismos desechos a la planta local para su separación, limpieza, clasificación y picado. Así podemos a través de inyectores, extrusoras y matrices, moldear el nuevo producto”, especificó.

En cuanto a metas, Genghini habla de dos: la primera es contribuir con el medio ambiente con la planta recicladora, reutilizando los residuos de las personas, descomprimiendo los puntos de desechos de cada distrito y así evitar quemas o mini basurales. El segundo punto comprende a la fábrica, que a través del reciclado pueda generar cada vez más productos y recursos, según publicó El Litoral.