La siderúrgica Vulcamet cambia de dueño

La siderúrgica Vulcamet, con casa central en Rosario y planta de fundición en Luis Palacios, cambió de manos. La mayoría del paquete accionario fue adquirida por un grupo empresario del exterior que viene a incursionar en la producción de válvulas para la industria petrolera, aunque también se mantendrá dentro del rubro autopartes.

El complejo industrial que se transfiere fue habilitado en 2008 y es una de las fundiciones más modernas del país. El proyecto fundacional fue de la familia Censabella, y atravesaba un presente de complicaciones porque se había abocado al rubro automotriz, un sector que viene sufriendo ermas en los niveles de fabricación de cero kilómetros. 

La búsqueda de un nuevo jugador se inició en diciembre pasado  y el acuerdo se cerró hace pocos días. Rige un pacto de confidencialidad sobre el monto de la operación y la identidad del nuevo inversor, ya que  el traspaso debe ser comunicado formalmente a los accionistas por los adquirentes, por tratarse de una firma que cotiza en bolsa. El 1º de agosto debuta la nueva administración.

“Hacía falta que un nuevo actor aportara capital de trabajo y esto se logró con el nuevo socio que toma las riendas de la empresa a partir de agosto”, confirmó a punto biz Oscar Raggio, apoderado de Vulcamet sobre la venta. “El objetivo del nuevo participante mayoritario es el de generar válvulas para el sector petrolero, un insumo que tiene mucha salida en el país y que originalmente el empresario fabricaba en el exterior. La idea es sustituir importaciones”, amplió. El grupo local fundacional conservará una porción minoritaria del paquete de acciones. 

El cierre del 2013 fue el que marcó el comienzo de las dificultades para Vulcamet que básicamente recibió menos encargues de los componentes de su portfolio. “Hay un 50% menos de producción y ese factor fue lo que motivó la búsqueda de nuevos interesados en ampliar el abanico a fabricar”, planteo Raggio. Aunque los hornos están sacando menos piezas, la empresa no registra suspensiones ni reducciones horarias.

Parte de los problemas financieros de Vulcamet se han detectado en los Tribunales de Rosario en las últimas semanas, con al menos dos pedidos de quiebra de acreedores que reclaman cobrar deudas. Desde la compañía esperan sanear los pasivos registrados a partir del “aire fresco” que aporta el comprador con los nuevos planes de producción.

“Hoy la planta está preparada para producir las válvulas para la extracción de crudo, lo que no quita el interés manifiesto del nuevo socio de ampliar las instalaciones en el futuro. Terreno para hacerlo hay”, aseguró el apoderado de Vulcamet, que al menos hasta el mes que viene seguirá liderada por José Carlos Censabella, hijo de José Censabella, histórico dirigente industrial de Rosario fallecido en junio, quien además forjó la metalúrgica Sipar en Pérez, una de las más grandes de la región. 

La explotación de Vaca Muerta, una de las reservas de petróleo y gas sheild más importantes del mundo, activó una creciente cadena de proveedores y no son pocas las empresas que han decidido adaptarse para abastecer esa demanda, el caso de Vulcamet se suma al de otras santafesinas.

Vulcamet fue la primera planta de un loteo industrial propio que los Censabella desarrollaron en Luis Palacios, a 30 kilómetros de Rosario sobre la ruta 34 donde hoy trabajan 60 empleados. “Hay garantías para que todo el plantel laboral continúe en sus puestos”, aseguró Raggio.