Longboard, el deporte amateur que lo llevó a fabricar un producto de exportación

Emiliano Castellani es un amante del longboard, un deporte amateur que en Argentina tiene muchos adeptos. Pero además está terminando la Licenciatura en Administración de Empresas de la UNR, y sólo hizo falta una chispa de creatividad para que de las dos cosas naciera su negocio: hace 15 días lanzó a la venta Vuzz Trucks, se trata del dispositivo que sirve de unión entre las tablas de longboard y las ruedas. Según el emprendedor, los trucks que fabrica junto a otros socios “tienen mejores o iguales cualidades que sus pares importados”.

El longboard es un deporte que surgió entre las décadas de 1960 y 1980. Hasta hace un tiempo, su auge hacía que los insumos para su práctica no sean difíciles de conseguir en el mercado pero ahora que el deporte alcanzó cierta meseta (según los entendidos), en Vuzz Trucks se proponen apostar por un producto especializado y de calidad para los jugadores profesionales y los practicantes que aun perduran en la actividad.

“Empecé con Badfish Longboards, una empresa para fabricar las tablas completas, pero el trabajo terminado tenía mucho valor agregado y poco margen, entonces vendí esa empresa y, luego de contactarme con mi socio, decidí empezar a fabricar trucks”, contó Castellani en diálogo con Punto Biz.

Desde su concepción, el proyecto se plantea la fabricación de un producto exportable. “Tenemos pedidos de afuera, pero queremos estar seguros de que podemos cumplir con el mercado interno primero, estamos en contacto con una distribuidora de Buenos Aires, y proyectamos una producción de unas 200 unidades mensuales”, detalló Castellani. Con respecto al mercado externo, la intención en un primer momento es vender de forma minorista y por encomienda.

La mayoría de los materiales para la fabricación son de origen nacional. Se utiliza una aleación especial de aluminio, testeada por investigadores de Conicet, que se prepara en Córdoba y es óptima para el producto. En Rosario se realizan los procesos de fundición y mecanizado. Los únicos elementos que se importan son los bujes.

“Tenemos una alianza estratégica con una pyme de Estados Unidos que se dedica a eso específicamente y es muy reconocida mundialmente en este rubro. Lo podríamos haber resuelto acá, pero estos son los mejores y la calidad es muy importante, además, es lo que nos abrió las puertas para la exportación”, explica Castellani.