El caso de Refinería

Por su parte, el restaurante Refinería logró imponerse en una zona impensada hasta hace algunos años para un negocio de estas características. Y lo hizo a fuerza de no resignar nunca la calidad, un atributo que este año le fue muy difícil sostener aunque lo lograron, hasta tal punto, que el mismísimo Luis Miguel los eligió para cenar cuando vino a hacer su show a la ciudad. Y quiso volver. “Pudimos mantener la cantidad de comensales y la calidad, pero sin dudas es uno de los problemas porque aunque se puedan trasladar un poco los aumentos, los márgenes se reducen mucho y mantener estos estándares cuesta cada vez más. Nuestra decisión siempre fue mantener el servicio, sabiendo que tenemos clientela que busca calidad, y nunca resignarla en busca de precio”, explicó uno de los titulares, Miguel Avalle.

El restó viene llevando a cabo hace cuatro años un ciclo de menúes maridados y noches de bodegas y catas, una estrategia que este año debieron incrementar: "Sin dudas fue algo que movilizó mucho”, admitió el empresario. “Eso fue apoyado por los menúes que tienen la particularidad que al ser por pasos tienen una cocina más dedicada que la del día a día. Además, como Rosario no tiene ningún restaurante por pasos, la idea fue innovar por ese lado también", admitió.

Para el año que viene piensan continuar con estos ciclos que en este 2014 rindieron sus frutos, aunque buscándole una variante diferente, “todos los años buscamos  que sea distinto”, dijo Miguel y dejó picando la intriga.

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